Dr. Moshe Stroe
Tora y Ciencia

El Médico un Mensajero

Un Médico Observante En el Talmud está escrito: "el mejor de los médicos merece el 'Gehinom'"(kidushin 92-b). Aunque en principio podemos sorprendernos de esta declaración, si meditáramos un poco, veríamos que lo que dice el Talmud es re
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Un Médico Observante

En el Talmud está escrito: "el mejor de los médicos merece el 'Gehinom'"(kidushin 92-b). Aunque en principio podemos sorprendernos de esta declaración, si meditáramos un poco, veríamos que lo que dice el Talmud es realmente válido, así como podemos ver en los siguientes dos ejemplos: 1) Han habido muchos charlatanes a través de la historia que han ofrecido terapias (muchas veces nocivas) a pacientes desesperados, sólo basadas en el lucro. 2) Los médicos que no tienen fe en D'os y sólo creen en su propio ego, son transgresores.

El Rambam (Rabeinu Moshe Ben Maimón) dice claramente: el médico llega a curar sólo como agente de D'os, nuestro Creador. Incluso el profesor más grande en medicina o cirugía del mundo, ejerce su talento y sabiduría para servir a su prójimo, como una extensión de la 'Shejina' (la Presencia Divina).

El médico judío, hoy en día, se enfrenta a varios dilemas éticos. Estos se presentan en forma de debate sobre el aborto, la eutanasia, la inseminación artificial, la fertilización en vitro, el transplante de órganos, el uso y la necesidad de las autopsias, el problema del suicidio, etc.

La inseminación artificial presenta complicaciones desde el punto de vista de la halajá (ley judía) cuando el donante no es el marido. La mayoría de las autoridades rabínicas no ven este hecho como un acto de infidelidad, por lo que el bebe no adquiere el status de 'mamzer'. De todas maneras, se recomienda que este proceso sea usado sólo después de que la pareja intente tener hijos durante un período de 2 a 5 años por lo menos, mediante otras opciones de fertilización, pues lo mejor es que el donante sea el marido.

De todas maneras, aún así existen varias preguntas complicadas acerca de la manipulación genética del feto, la maternidad por parte de una madre que actúa solamente como incubadora del bebe, etc. Cada uno de estos temas merece una exposición más amplia y hay varios libros que tratan acerca de esto desde el punto de vista judío observante. En general, podemos decir que el punto de vista del judaísmo es "pro-vida".

Respecto del aborto, sólo en casos en que la salud de la madre pueda ser afectada seriamente (hay cierta amplitud en cómo definen los rabinos el efecto negativo sobre la salud maternal) es que éste puede ser permitido, y por supuesto bajo ciertas condiciones. Desde el punto de vista del judaísmo, el embrión se considera una vida potencial después de los 40 días de la concepción. Es por eso que, sólo en caso de que peligre la vida de la madre, se permitirá llevarlo a cabo contando con la opinión de una autoridad rabínica que tome en cuenta todos los detalles pertinentes. En caso de que haya que escoger entre los dos, se escoge la vida de la madre hasta el momento en que sale la cabeza del bebé, pues en ese momento el bebé se convierte en 'nefesh' y ya no se puede escoger entre los dos.

La eutanasia es un acto que el médico judío debe evitar completamente, así como el suicidio es un acto prohibido. Sólo el Todopoderoso puede dictaminar cuándo una vida debe terminar. El judaísmo dice: "El que salva una vida del Pueblo de Israel es como si hubiese salvado un mundo entero". Es por eso que el judío tiene la responsabilidad y obligación de comer saludablemente, hacer ejercicio, dormir suficiente, no beber alcohol en exceso, no fumar, no deformar la piel con tatuajes, y tomar las precauciones necesarias para no dañar su cuerpo, poner en peligro su vida o acortar sus años en este mundo.

Con respecto a las autopsias, este tema ha sido muy debatido, especialmente en Israel, pues han habido muchos abusos por parte de las autoridades médicas (hoy, hay institutos patológicos, así como sus directores, que están bajo investigación por una interminable cantidad de violaciones éticas y legales). Según la Halajá está permitido perturbar el cuerpo del difunto sólo en casos en que realmente se pueda salvar directamente la vida de otro ser humano mediante los resultados de la autopsia. Uno de los Trece Principios de la Fe (definidos por el Rambam) que rezamos cada mañana, es la fe en la resurrección de los muertos en la época del Meshiaj. Es por eso que, el cuerpo que se separa de la 'Neshamá' - alma, debe ser enterrado en forma completa después de la muerte, tan rápido como se pueda.

En conclusión podemos decir que la bioética judía está basada principalmente en respetar al ser humano como 'Tzelem Elokim' - imagen Divina - ya sea durante esta breve vida, como en la eterna.

Con agradecimiento a D'os,

Dr. Moshe Stroe

 



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