La felicidad de vivir en una casa pequeña.
Pregunta
¿Cómo se puede aceptar felizmente el nisayon —la prueba- que pasa una familia numerosa que vive en una casa pequeña?
Respuesta:
Imaginemosnos cuarenta años a partir de ahora. Todos tus hijos están casados y estás solo en esa casa. Y ahora miras hacia atrás, a los buenos viejos tiempos, cuando todos estaban juntos. ¡Oh! Anhelas una vez más la felicidad del “yajad” —juntos, cuando la familia estaba toda junta en un mismo lugar.
Ahora tus hijos e hijas están casados y la casa está vacía. Incluso si viven cerca tuyo (la mayoría de las veces no viven cerca; viven en Lakewood; algunos en Yerushalayim), pero incluso si viven cerca de ti, no es lo mismo.
Érase una vez que todos los niños estaban cerca de ti; ahora es un rajmanut —da pena- de los ancianos. Ahora miran hacia atrás y ven cómo no entendieron; ese era el momento de ser felices. ¿es verdad que era una casa pequeña? Muy bien, pero estaban muy juntos; ¿Qué pasa con eso?
Y, por lo tanto, piensen en el futuro, cuando ya no estén juntos e intenten disfrutar de la vida también en este momento.
Flojo o feliz
Pregunta:
¿Cuál es la diferencia entre un ???, el perezoso que es criticado por los sabios por no trabajar para mejorar su situación, y el ??? ?????, el que está feliz con su suerte, con su parte, y este, es alabado por los sabios? En Pirke Avot nos enseña que el sabio Ben Zomá dicia ¿Quién es el rico?, A eso contesta en la Mishná - ¡el que esta contento con su parte! (con lo que le tocó).
Respuesta:
Un hombre perezoso, no necesariamente está satisfecho con su suerte —su parte, solo que no tiene la energía para cambiarla. ¡Pero podría estar bastante insatisfecho! En los barrios marginales hay mucha gente que no es exactamente un “feliz con su parte”, y algunos están muy enojados porque tienen que ser pobres; se quejan todo el tiempo. Solo que son demasiado flojos, demasiado irresponsables o indolentes para hacer algo al respecto.
Un samayaj b’jelko, por otro lado, es un hombre que tiene mucha energía para hacer cosas pero siente que su suerte es tan satisfactoria que no hay necesidad de cambiar. ¡El está realmente satisfecho con su suerte!
Y preguntamos, pero de acuerdo con esta definición, un hombre nunca se volvería más rico, porque si está contento con lo que tiene, ¿acaso realmente tiene todo lo que necesita?
Y el Rav respondió:
Hay dos cosas a considerar. En primer lugar, ¿cuál es la desgracia en no volverse más rico? Si es feliz con lo que tiene, entonces es lo suficientemente rico. Y en segundo lugar, hay muchos tipos que, por mucho que tengan, nunca serán felices. Entonces serán ellos los que sigan trabajando para ganar más dinero, ¡y así es casi todo el mundo!
Y formulamos otra Pregunta alrespecto:
Pero entonces el que está feliz nunca trabajará más duro, nunca buscará más oportunidades para ganar dinero, ¿verdad? Entonces nunca se hará rico.
El Rav respondió:
Pero, ¿quién dice que hay una mitzvá de ser rico? No es tan terrible si no lo eres, si no quiere volverte rico, si es feliz, entonces que se quede así. Y en segundo lugar, a veces una persona se vuelve rica incluso sin intentarlo. Sucede también.
Entonces cree que hay hombres ricos que no son sameyaj b’jelko, ¿verdad?
Y la Respuesta es:
Creo que no todos lo son. Y todos los pobres tampoco están contentos con lo que tienen. La respuesta es nadie es sameyaj b’jelko. Solo un gran hombre estimulará sus mente con los pensamientos apropiados y creará una mente que sea verdaderamente feliz con su suerte. ¡Se necesita trabajo! Tienes que ser una persona excepcional, las personas excepcionales son muy pocas y hay mucha diferencia entre una y otra.