-
Para Reflexionar Juntos

Que precioso es el hombre...

First slide

El Talmud dice: "Qué precioso es el hombre, creado a imagen de D'os!" (Pirké Avot 3:18). 

¿Qué significa ser creado a imagen de D'os?

A diferencia de otras creaciones, el ser humano tiene libre albedrío. Dentro de esta chispa Divina está nuestro potencial para moldear y cambiar el mundo.>

El uso adecuado del libre albedrío embellece y perfecciona al mundo, pero un mal uso del mismo puede destruirlo.

Es un esfuerzo único del ser humano el aprender cómo utilizar el libre albedrío adecuadamente

 

El saber que tenemos libre albedrío es aún un regalo más grandioso.

El Talmud continúa diciendo: "Una señal más grandiosa de que somos preciados para D'os es que Él nos ha dicho que hemos sido creados a imagen de D'os" (Pirké Avot 3:18). En otras palabras, más grande que el regalo del libre albedrío, es el hecho de que D'os nos dijo que tenemos libre albedrío!

¿Por qué esto es un regalo más grandioso?

Considera la siguiente situación y encontrarás la respuesta:

Un vagabundo se encuentra bajo el frío en una calle sucia, empujando un carro de supermercado cargado con sus pertenencias. Desesperadamente, él pide dinero y busca en los basureros residuos de comida.

Ahora imagínate que le das 10 millones de dólares. ¿Qué haría él con ese dinero? Compraría una casa cálida, ropas nuevas y mucha comida...

Pero digamos que le escondes el dinero bajo su bolso, y él no sabe que tiene esos 10 millones de dólares. Entonces, él seguirá viviendo con la misma miseria, con la misma desesperación.

Y esto es lo que los Sabios intentan decirnos. El libre albedrío nos garantiza un enorme poder y potencial. Sin embargo, si no nos damos cuenta del poder que tenemos no podemos explotarlo. Podemos vivir la vida de un mendigo, cuando en realidad somos de la realeza.

Ahora que sabemos que tenemos libre albedrío, clarifiquemos exactamente qué es y cómo debemos usarlo.

 

¿Qué es el Libre Albedrío?

En la Torá, nuestras "Instrucciones para Vivir", D'os dice lo siguiente: "Vean, he puesto ante ustedes, la vida y el bien, la muerte y el mal... la bendición y la maldición. Escojan la vida para que vivan" (Deuteronomio 30:15-20).

El libre albedrío significa la habilidad para elegir. Pero no te confundas - no todo lo que escogemos es lo que podemos llamar "elecciones con libre albedrío".

Es un día extremadamente caluroso y húmedo. Pasas arrastrándote al lado de la tienda de helados, y ves que hay 10 nuevos sabores! El especial del día! De Yogurt también! Entras y pides: "Uno doble de chocolate y frutillas, por favor".

¿Escoger chocolate entre la gran variedad de sabores es una decisión en la cual usas tu "libre albedrío"? No. Es simplemente el ejercicio de preferencia, así como una vaca escoge comer pasto en lugar de paja.

"Libre albedrío" se refiere al tipo de decisión que es única en los seres humanos: la moralidad.

Pero no pienses erróneamente que la moralidad es la elección entre bueno y malo. Todos escogen ser "buenos" - inclusive la persona más malvada e inmoral. Hitler racionalizaba que los judíos eran los enemigos del mundo y en su mente justificaba sus acciones como algo "bueno".

La Torá dice que el problema no es que nosotros escogemos el mal. El problema es que nosotros escogemos la muerte. El verdadero lugar en el cual la persona pone en práctica su libre albedrío es entre la vida y la muerte. Es por eso que D'os no dijo "escojan lo bueno", sino que dijo "Escojan la vida".

 

La Muerte es Realmente un Escape

Ahora bien, ¿qué quiere decir la Torá al decir que el libre albedrío es la elección entre la vida y la muerte? ¿Alguno de nosotros elige la muerte?!

En función de entender, analicemos la decisión de "muerte" más extrema: el suicidio. ¿Qué hay en el corazón de alguien que elige suicidarse? ¿Qué realmente motiva a la persona cuando levanta un revolver para poner fin a todo?

Él quiere evitar el dolor. Él quiere escaparse.

En las palabras de Shakespeare: "Ser o no ser, esa es la cuestión. Ya sea soportando los hondazos y las flechas de la atroz fortuna, o tomando las armas en contra del destino... para terminar con todo". Eso es lo que él está buscando. Él quiere dormir.

Es domingo por la tarde y estás aburrido. Tomas el control remoto de la T.V y te echas en el sofá. Podrías estar usando tu tiempo para leer y crecer, pero prefieres escoger la fácil opción de pasar la tarde sin hacer ningún esfuerzo, escapándote al mundo de la T.V.

Cada día nos enfrentamos con muchas rutas de escape. Simplemente distrayéndonos, tomando drogas, revisando nuestro mail por séptima vez en una hora...

Matar el tiempo es un suicidio. Y el suicidio es la forma más extrema y drástica de escaparse. Considera lo siguiente:

Un hombre esta a punto de saltar del puente de Brooklyn. Los equipos de televisión están en la escena. "El público tiene derecho a saberlo. ¿Por qué estás saltando?".

"Perdí 10 millones de dólares en la bolsa! Estoy devastado. Estoy acabado".

"¿Aún te queda algo?".

"Bueno, entre mi chateau en Suiza, el Yate y el Rolls Royce, creo que todavía tengo como tres millones y medio".

"Tres millones y medio! Eso es más de lo que yo podré ganar en toda mi vida. Realmente puedes vivir! Además, si ganaste 10 millones de dólares una vez, entonces inténtalo y podrás ganar otros 10 millones".

"Es verdad. ¿Pero sabes lo doloroso que es perder 10 millones de dólares?"

 

Zoom - y saltó.

¿Por qué este hombre saltó? Era relativamente rico, y podía haber ganado más dinero, pero sólo pensaba en el dolor tan terrible de su pérdida - y no podía tolerar ese dolor. Entonces él se escapó. Tomó el camino de salida más fácil para evitar el dolor y el esfuerzo de enfrentarse a sus problemas y desafíos.

Cuando nosotros nos escapamos de los problemas, nos estamos escapando de ser grandiosos.

Todos nosotros escogemos, de vez en cuando, escaparnos del esfuerzo que envuelve lograr las metas y ambiciones que tenemos en nuestra vida. Todos nosotros queremos ser grandiosos; todos nosotros queremos cambiar el mundo. Pero no siempre sentimos que queremos hacer el esfuerzo. Entonces nos distraemos y nos escapamos de quienes somos realmente y de lo que realmente queremos lograr.

Todo tiempo que estamos con vida, estamos escogiendo entre la vida y la muerte, entre la realidad y el escapismo. Es una elección constante. Estamos escogiendo tomar el dolor en función de crecer, o estamos renunciando.

La manera en cómo resolveremos el conflicto demostrará nuestra grandeza. Nuestra grandeza se encuentra al usar nuestro libre albedrío para vivir, luchar y lograr - y no para escaparnos.

Ahora describiremos "Cinco niveles en la lucha del libre albedrío". Ten en cuenta que una vez que entiendas el concepto, debes practicarlo mucho en función de vivirlo. Si tú aprendes a usar tu potencial y tu libre albedrío serás grandioso.

 

Primer Nivel: Conociéndote a Ti Mismo

Primero que todo, debes darte cuenta de las decisiones que estás tomando. La vida es un caudal constante de decisiones. Una vez que te sensibilizas al hecho de que constantemente estás tomando decisiones, entonces podrás controlarlas. Eso se llama usar tu libre albedrío activamente, y no pasivamente. En otras palabras: ponte tu periscopio. Conéctate contigo mismo y toma conciencia de las decisiones que estás tomando.

Esto se aplica a todo en la vida. En este preciso momento estás tomando una decisión. Pregúntate: ¿por qué estoy leyendo este artículo en este momento? Simplemente estoy navegando en el web? ¿O tengo una meta específica?

Pregúntate: ¿esta es la decisión que quiero tomar? Si no lo es, entonces cámbiala. Tus decisiones moldean tu vida y determinan tu destino. Hazte cargo. Si no lo haces, eres sólo un peatón observando la vida pasar frente a ti.

Segundo Nivel: No Seas un Títere

Para alcanzar grandeza, toda persona necesita evaluar las guías que usa para tomar decisiones sobre la vida.

La clave es ser tu propia persona. Nvivas las creencias de la sociedad como las tuyas a menos que las hayas pensado y las hayas aceptado. Toma responsabilidad sobre tus decisiones. En todo lo que haces, vive para ti y no para la sociedad.

Y así como no debes ser un títere de la sociedad, no te ates a decisiones que has tomado hace 5 o 10 años atrás (o incluso a decisiones que has tomado ayer). Comienza cada día nuevamente. Constantemente evalúa dónde estás en la vida en función de estar seguro de que lo que has escogido entonces es lo que aún seguirías escogiendo ahora. Asegúrate de que eres tú quien está guiando tus decisiones, y no que tus decisiones te estén guiando a ti.

No pienses que puesto que has decidido seguir una carrera en particular hace cinco años, es aún la mejor cosa para ti hoy en día. No asumas que puesto que una vez decidiste que no hay D-os, eso significa que no puedas encontrar hoy más evidencias y tomar una decisión más informada.

Revisa tus suposiciones y verifica que sean realmente tuyas y de nadie más. No seas un títere de la sociedad.

Tercer Nivel: El Conflicto Entre el Cuerpo y el Alma

El próximo paso nos sirve para tomar conciencia de la disparidad que hay entre los deseos del cuerpo y las ambiciones del alma. Hay veces que tú sabes objetivamente que algo es bueno para ti, pero tus deseos físicos se entrometen y molestan tu visión.

El Talmud dice que dentro de cada uno de nosotros, una gran batalla toma lugar constantemente entre lo que quiere nuestra alma y los deseos de nuestro cuerpo.

El Midrash nos cuenta sobre un grupo de soldados victoriosos regresando de una guerra. Ellos venían marchando y cantando, regocijándose con la victoria. Un hombre sabio los vio y les dijo: "Amigos, ustedes están regresando de una batalla simple. Ahora tendrán una batalla más grande. La guerra que tiene lugar dentro de ustedes mismos".

Con esto te enfrentarás:

Cuerpo:                

Quiere comodidades transitorias y placeres atractivos. Tiene deseos de renunciar, de soñar, de caer en pasiones, de demorarse. Dice: "Dame comida, calor, una manta - y déjame tomarme la vida a la ligera". Busca el escape de dormir... dormirse hasta la muerte.

Alma:

Busca entendimiento, significado, productividad, logros, permanencia, grandeza, desafíos. Enfrentar la realidad y la verdad.

Esta es la batalla del libre albedrío. Inclusive que hayas ganado la batalla una vez, el enemigo siempre estará en tu campamento, constantemente a tu lado. No importa qué tan lejos corras, él siempre estará detrás de ti.

Algunas veces podemos oírnos batallando. He aquí una conversación que pudiste haber tenido contigo mismo:

Alma: "Hay que poner algunas metas".
 

Cuerpo: "Déjame en paz, prefiero dormir".

Alma: "Vamos, hay mucho para hacer!".
Cuerpo: "Relájate, ¿qué importa si esperamos hasta mañana?".

¿Qué está pasando realmente? ¿Eres esquizofrénico? No. Sólo tienes una guerra interna.

No dejes que tu cuerpo te convenza. Identifica si es tu cuerpo o tu alma el que está hablando. Pues hasta ese momento, ni siquiera sabes por qué has tomado esa decisión.

Evita las rutas de escape. Escoge lo que sea significativo y productivo. Escoge la vida.

Cuarto Nivel: Identifícate Con Tu Alma, No Con Tu Cuerpo

Señálate a ti mismo. ¿Quién eres?

El judaísmo dice que tu alma es tu verdadero "yo".

El cuerpo dice: "Tengo hambre":


El alma dice: "Mi cuerpo necesita comida".

El cuerpo dice: "Estoy cansado".
El alma dice: "Mi cuerpo necesita dormir".

Adquiere paz interior. Logra entrenar a tu cuerpo para que se identifique con tu alma.

El Talmud enseña: "Los justos le hablan a sus deseos físicos, mientras que a los malvados sus deseos le hablan". La pregunta es: ¿quién dirige el show? ¿Quién dictaminará lo que harás?

Estás tratando de ponerte a dieta y alguien te ofrece una deliciosa rebanada de pastel de chocolate. Tu primera reacción es "No, no debo hacerlo, estoy en una dieta estricta". Pero mientras que te acercas al pastel tu cuerpo empieza a tratar de persuadirte: "Sólo un pedazo pequeño, no va a doler. Podemos empezar la dieta mañana..."

Esa fue una excelente estrategia - uno a cero a favor del cuerpo!

Date cuenta de que el cuerpo no te dice "Olvídate de la dieta, cómete el pastel, sé gordo". El cuerpo sabe que vas a rechazar un razonamiento así.

En lugar de eso, el cuerpo te deja creer que puedes darle sólo un mordisco y luego seguirás bajo control. Pero el cuerpo es imparable, y cada vez que te entregues será mas difícil resistirte.

Entonces ¿cuál es un buen contra-ataque?

Gánale al cuerpo mediante su misma técnica. Ataca al cuerpo de la misma forma que él te ataca a ti.

¿Quieres guardar una rutina de ejercicio? No le digas a tu cuerpo: "De hoy en adelante, cada mañana haré 50 abdominales", sino dile: "Ejercitaremos por cinco minutos y después comeremos el pastel".

Únicamente con mucha fuerza de voluntad él será capaz de romper la resistencia del cuerpo y lograrlo. ¿Cómo? Constantemente explicando las ventajas de estar en forma, ser delgado y saludable. "Esto es lo que realmente quieres... Piensa que después te sentirás mejor.. Serás respetado.. Imagínate cuánto más podrás vivir...".

Dos meses después de esto, si un día no fuiste a correr, el cuerpo te dirá: "Hey, perdí el placer de ese ejercicio, ¿qué está pasando?".

La única forma de ganar es hacer que el cuerpo desee lo que el alma desea. No hay otra manera de alcanzar la paz, pues aunque hagas todo lo que el cuerpo quiera, tu alma nunca se dará por vencida. Nunca.

Pero el cuerpo puede adaptarse al alma. Inclusive que le duela un poquito alejarse de un placer, podrá sobrevivir sin él. Es sólo una elección práctica. La verdadera paz viene únicamente cuando el cuerpo desea el éxito del alma.

Quinto Nivel: Haz la Voluntad de D'os Tu Voluntad

El nivel más elevado de libre albedrío no es cuando te preguntas "¿qué es lo que mi alma quiere?", sino cuando te preguntas "¿qué es lo que D'os quiere?". Cuando tu interés principal es hacer lo que D'os quiere entonces puedes alcanzar la forma de vida más elevada. Estás usando tu libre albedrío para fusionarte con la fuerza más poderosa y significativa del universo: con lo Trascendental.

El libre albedrío es la elección entre la vida y la muerte. El cuerpo quiere morir y el alma quiere vivir. La forma de vida más suprema es la eternidad, es por eso que unirse a D'os es unirse a la forma de vida más elevada y pura: la eternidad. Esta es la manera más elevada de usar nuestro libre albedrío. Eso es lo que D'os quiso decir cuando dijo en la Torá: "Escoge la vida". Haz que tu voluntad sea hacer Su voluntad. Y si lo haces, serás un poquito menos que D'os. Serán socios para cambiar el mundo.

En Resumen

Primer nivel de libre albedrío: No seas un sonámbulo. Toma decisiones activamente.

Segundo nivel: No seas un títere de las metas de la sociedad, o un esclavo de tus viejas decisiones.

Tercer Nivel: Sé consciente del conflicto que existe entre los deseos de tu cuerpo y las aspiraciones de tu alma.

Cuarto nivel: Identifícate con tu alma y no con tu cuerpo.

Quinto nivel: Haz tu voluntad la voluntad de D'os.