Rav Avigdor Miller sobre la Braja Hamapil Pregunta: Por la noche, justo antes de irnos a dormir, decimos la bendición de Hamapil (que Hace caer el Sueño) agradeciendo a Hashem por dormir. ¿Puede explicarnos el propósito de esa bendición? Res

Rav Avigdor Miller sobre la Braja Hamapil

Pregunta:

Por la noche, justo antes de irnos a dormir, decimos la bendición de Hamapil (que Hace caer el Sueño) agradeciendo a Hashem por dormir. ¿Puede explicarnos el propósito de esa bendición?

Respuesta:

Dormir es uno de los mayores beneficios que disfrutamos en nuestras vidas. Un sueño dulce es más importante que los medicamentos porque durante la noche los nervios desgastados se recuperan. Todo en el cuerpo se restaura con el sueño. Por eso es bueno, si no estás bien jalilah , duerme todo lo que puedas. Incluso durante el día. Duerme y duerme y duerme.

Dormir es un milagro. ¿Por qué te quedas dormido? De repente, te tumbas en la almohada y te quedas dormido. Es un nes . Y mientras duermes, suceden todas las cosas buenas. Y por lo tanto, cuando hagas esa bendición debes agradecer ese regalo porque algunas personas lamentablemente no pueden dormir. Es una tragedia.

Ahora, al final de esa bendición agradecemos a Hashem “Quien ilumina el mundo con luz”. Lo que significa: vamos a dormir con una esperanza: que Hakodosh Boruch Hu vuelva a darnos una oportunidad mañana. “Hashem, nos vamos a dormir y parece que estamos muertos. Te rogamos, revívanos mañana por la mañana y una vez más déjanos ver la luz del día”.

Ahora bien, ¿por qué mencionar la luz del día? Porque la luz del día es la gloria que anuncia la presencia de Hashem. Eso hay que explicarlo. La luz del día que se esparce sobre la faz de la tierra cuando sale el sol, ese es el kvod Hashem . Los malajim dicen, “BARUJ KEVOD MALJUTO“, cuando lo ven salir. Y esperamos ver la luz mañana. Le decimos a Hashem: “Por favor, Hashem, te agradecemos por darnos el regalo del sueño, pero por favor, por favor, ¡revívenos mañana por la mañana! ¡Deberíamos ver la luz del día una vez más! HAMEIR LAOLAM KULO BEJBODO.

¡Ahora supongamos que sucede! ¡Supongamos que abres los ojos y ves la luz del día! ¡Oh, eso es una simjá! ¡Deberías estar emocionado! MODE ANI LEFANEJA – Te doy gracias, MELEJ JAI VEKAYAM – Oh Rey que vives para siempre y perdura, SHE EJEZARTA BI NISHMATI – Me devolviste la vida con compasión, RABA     EMUNATEJA – ¡cuán grande es tu fe en nosotros!

¡Cuán grande debe ser nuestra felicidad cada mañana! ¡Otro día! ¡Quieres decir que puedo despertarme otra vez! Recuerdo que una vez un miembro de mi sinagoga se fue a dormir. Por la mañana, vino su esposa y le dijo: “¡Mordejai! ¡Despierta!” Mordejai no se movió. "¡Mordejai, despierta!" Él no se movió. Todo había terminado.

Y por tanto, si puedes moverte por la mañana, ¡qué feliz deberías ser! HAMAJAZIR NESHAMOT LIFGUERIM METIM – ¡Él devuelve el alma a los cadáveres! ¡Qué felices estamos por la mañana! Una vez más tenemos la oportunidad de mirar la luz del sol y decir: BARUJ ATA HASHEM YOTZER HAMEOROT – Te damos gracias, Hashem, por la luz del sol.

Y por eso, cuando nos vayamos a dormir por la noche, ten en cuenta que tienes que rezarle a Hashem por el mañana. ¡No lo des por sentado! Por cierto, esto le pasó al joven. Mordejai era un hombre joven. ¡No lo des por sentado!

Así que oren por el mañana. Y cuando llegue el mañana, expresa con entusiasmo tu gratitud.