El próximo Viernes 26 de Mayo celebraremos la fiesta de Shavuot, en la que recibimos la Torah, este fue uno de los días más grandes desde la creación del mundo, HASHEM se nos reveló y escuchamos SU VOZ.

Muchos se preguntan ¿por qué cuando recibimos la Torah no cantamos un canto, tal como lo hicimos cuando pasamos el Mar Rojo?

Para comprender la pregunta y también la respuesta, debemos entender primero qué es un canto, algo que al parecer suena muy simple, pero realmente no es así.

Primero debemos saber que el canto está compuesto de tres partes, una la letra, es decir su contenido, segundo la música, vale decir su melodía, y tercero la unificación de estos dos a través del canto mismo.

El objetivo del canto es expresar un sentimiento espiritual y comunicárselo al otro, es decir, por medio de éste se transmite la sensación que lo unifica con el otro.

Cuando Am Israel cruzó el Mar hubo un estremecimiento tan grande y una necesitad tan enorme de conectarse con HASHEM que de esto nació espontáneamente el canto del mar, la SHIRAT HAYAM.

También el Rey David quería conectarse con HASHEM, y escribió los Salmos, los cuales fueron posteriormente cantados diariamente en el Templo como parte del protocolo de las ofrendas diarias, las cuales tienen un solo objetivo, acercamos al Creador, tal como lo dice su nombre, KORVAN, de la palabra KIRVA que quiere decir acercamiento.

El Cantar de los Cantares, es también un maravilloso canto al amor que escribió el Rey Salomón para describir el amor entre HASHEM y su amada, el pueblo de Israel.

En la Torah está escrito, “ve atem kittvu lajem et HASHIRA HAZOT” -y ustedes escriban para ustedes este cántico, y esto nos quiere decir que la Torah misma es un canto de HASHEM que HaShem nos cantó para unirse con el pueblo de Israel, y por esto mismo decimos que HASHEM, la Torah e Israel, son sólo uno.

Todos los cantos, lo que realmente buscan es transmitir el amor que hay entre el cantante y el alabado. La palabra amor en hebreo es AHAVA,  y su guematría es trece, que es la misma guematria del número uno, EJAD. De esto podemos entender que todo el objetivo del amor es unificar dos entidades y en lo posible transformarlas en una sola. Pero esto sólo se puede conseguir a través de una unificación espiritual, y no física, ya que al unificar dos entidades físicas lo único que podemos lograr es la anulación de ambas, lo que no sucede cuando la unificación es espiritual, las dos entidades siguen siendo cada una por si sola una entidad.

El resto de los cantos son sólo una mala imitación del verdadero cantar como todos lo hemos visto. La gran mayoría, por no decir todos, son por supuesto “cantos al amor,” sólo que este amor no es el amor espiritual, sino el deseo, y a eso le quieren llamar amor. En hebreo la palabra deseo, es muy parecida a la palabra amor, se dice TAHAVA, que también es una manera de unificarse, pero sólo mientras dura la emoción.

Qué asombroso es ver y escuchar que todo el día están con estos cantos que giran sobre el mismo tema, día y noche, y la razón es porque la TAHAVA es la única forma que tienen los animales de amar.

El único y verdadero amor es al Creador. El Jafetz Haim, dijo cuando habló en el funeral de su hijo, que sólo ahora podía amar a HASHEM sin límites, ya que hasta ahora el amor por su hijo le quitaba lugar al amor que tenía que tener por HASHEM. Este es el objetivo, pero lamentablemente todos estamos muy lejos de esta meta.

El amor por HASHEM hay que construirlo, y el primer paso es saber este gran principio, que el amor es una herramienta que hay en nuestras almas, y que con trabajo podemos incrementarla y llenarnos con el conocimiento de HASHEM, y esta herramienta es la que nos unirá al Creador por la eternidad.

Shabat Shalom y Jag Sameaj
Rabbi Haim Yehuda Israel