En el segundo año de la travesía por el desierto, Moshe y Aharon fueron ordenados por el Todopoderoso a contar todos los hombres entre 20 y 60 años de edad. Habían 603.550 hombres disponibles para el servicio militar. La tribu de Levi fue eximida debido a sus obligaciones especiales como líderes religiosos (tal vez éste es el origen de que en muchos países conceden ciertas ventajas al clero).
Se designaron los lugares para cada una de las 12 tribus alrededor del Santuario “Portátil” El Tabernáculo, (3 tribus de cada lado). Los 22.300 Levitas fueron ordenados a servir en el Santuario. La familia de Guershon debería transportar las coberturas del Santuario. La familia de Kehat cargaba el Arca, la Mesa, la Menorá y los Altares. La familia de Merarí transportaba las tablas, los pilares y demás partes de la estructura.
La Torá declara: ”Y con usted (Moshe) deberá venir un hombre de cada tribu, cada hombre que sea el jefe de la casa de sus padres (Bamidbár 01 04) )". ¿Qué lección para la vida la Torá quiere transmitirnos con este versículo?
Un hombre simple y grosero, que venía de un ilustre y famoso linaje, estaba discutiendo con un gran sabio, descendiente de una familia no tan ilustre. El rudo ignorante se jactaba de sus ilustres ancestros: ”Soy descendiente de gente importante. Sus antepasados ??no son nada comparados a los míos", arrogantemente se vanagloriaba. El sabio retrucó. “Es verdad, tiene razón. Usted viene de un largo linaje de grandes personalidades. Desafortunadamente, sin embargo, este linaje acaba en ti. ¡El árbol de mi familia comienza conmigo!"
El rabino Moshe Chaifetz, autor del libro Melechét Machshévet, explica que ésta es la idea transmitida en el versículo arriba citado. Cada uno de nosotros debe ser la cabeza del linaje de su familia. Debemos ser personas de alto nivel por esfuerzo propio, sin depender de la estatura de nuestros antepasados ??para poder tener algún valor o autoestima.
El linaje se puede comparar a una zanahoria, normalmente la parte buena está debajo de la tierra. En realidad, el linaje es como el número 'cero'. Si hacemos algo nosotros mismos, colocaremos un número 'uno' antes del 'cero'. Si somos un cero, entonces todo lo que tendremos son dos ceros.
Nuestra lección: Debemos vivir nuestras vidas de forma tal que nuestros descendientes se enorgullezcan de que seamos sus antepasados.