Recientemente, un amigo, estaba conversando con el billonario dueño de la Corporación Metromedia. La conversación surgió después de que el donó 1 millón de dólares para una importante institución que está siendo construido en Jerusalem. Mi amigo le hizo al donador una fascinante pregunta: “¿Por qué hizo una contribución tan generosa considerando que usted no es judío?”.
El Sr. Kluge sonrió y dijo: “El año pasado cumplí 80 años de edad. Durante mi fiesta de cumpleaños, percibí que el 85% de mis amigos son judíos. Siempre admiré al pueblo judío y sus contribuciones para la humanidad, para civilizar el mundo. Lo que esta institución está haciendo para reconectar a los judíos con su herencia espiritual, para fortalecer sus raíces y para educarlos con sus propios valores, está posibilitando al pueblo judío continuar cumpliendo su increíble y valioso papel en la historia”. ¿Cuáles fueron las contribuciones de los judíos para la humanidad y para la civilización mundial?
Nosotros, en nuestro mundo moderno, adoptamos 6 ideas como valores absolutos en la construcción de un mundo perfecto:
1) El Valor de la Vida: Las personas tienen el derecho a la vida, a vivir con ciertos derechos y a una dignidad básica.
2) Paz Mundial: En todos los niveles, en la comunidad y en el mundo, las personas y naciones deben coexistir en paz, armonía y con respeto mutuo.
4) Educación: Todos tienen el derecho a ser alfabetizados, lo que es una herramienta básica para el progreso personal y la capacidad de adquirir sabiduría.
5) Familia: Una estructura familiar fuerte y estable es necesaria para preservar los fundamentos morales de la sociedad.
6) Responsabilidad social: individual y nacionalmente, somos responsables unos por los otros. Esto incluye la responsabilidad en relación a enfermedades, hambre, criminalidad y drogas, así como los problemas ambientales y derechos de los animales.
¿De dónde vienen estos valores? La mayoría de las personas diría: Grecia o Roma. ¿Nos sorprendería descubrir que estamos equivocados? ¡Estos son valores judíos que el mundo aprendió de nosotros!
Ahora, si tú estás pensando: “El buen rabino debe de estar exagerando un poquito sobre la influencia judía en el mundo civilizado”, traigo la opinión de John Adams, el segundo presidente en la historia de los Estados Unidos.
Escribió el Sr. Adams: “... Yo afirmo que los judíos hicieron más por el hombre civilizado que cualquier otra nación. Si yo fuese ateo y creyese en un destino ciego y eterno, aún así creería que el destino eligió a los judíos como instrumentos fundamentales para civilizar a las naciones... Ellos son la más gloriosa Nación que jamás habitó la tierra. Los romanos y su Imperio no son más que pedregullos comparados a los judíos. Los judíos proporcionaron religiosidad a tres cuartas partes de este globo, e influenciaron más y con mayor alegría los negocios de toda la humanidad, que cualquier otra nación antigua o moderna”. (Extraído de una carta enviada a F.A. Van der Kemp, 1808, Sociedad Histórica de Pennsylvania).
Pero el orgullo por el pasado no es suficiente. Éste todavía no es un mundo perfecto y aún queda mucho por hacer. El judaísmo nos enseña que no necesitamos ser un Moisés o el Mesías para hacer una diferencia.
Toda persona es única. Todos tenemos nuestro modo especial de hacer del mundo un lugar mejor.
Cierta vez había un póster de un niño tosco y feo. Bajo la foto estaba escrito: “Yo sé que no soy feo, porque D's no hace cosas feas”. Ninguno de nosotros es un simple turista en este planeta. Cada uno desempeña un papel activo.
Maximiza tu potencial y coloca tu firma única en este mundo.
Parashat HaShavúa: Bamidbar
Bamidbar (Números) 1:1 - 4:20
En el segundo año de viaje por el desierto, Moshé y Aharón fueron ordenados por el Todopoderoso a contar a todos los hombres de entre 20 y 60 años de edad. Había 603.550 hombres disponibles para el servicio militar. La Tribu de Leví fue exceptuada debido a sus obligaciones especiales como líderes religiosos (tal vez ese sea el origen del hecho de que muchos países hayan concedido ciertas ventajas al clero).
Fueron designados los lugares para cada una de las 12 tribus alrededor del Santuario Portátil (tres de cada lado), que sería la misma formación en que deberían viajar o acampar.
Los 22300 Levitas fueron ordenados a servir en el Santuario. La familia de Guershon transportaría las coberturas del Santuario. La familia de Kehat, cargaría el Arca, la Mesa, la Menorá y los Altares. La familia Merarí transportaría las tablas, los pilares y demás partes de la estructura.
Dvar Torá
Basado en el libro “Growth Through Torah”, del rabino Zelig Pliskin
La Torá declara: “Y con vosotros (Moshé y Aharón) deberá venir un hombre de cada tribu, cada hombre debiendo ser el jefe de la casa de sus padres (Bamidbar 1:4)”. ¿Qué lección para nuestras vidas la Torá nos quiere transmitir con este versículo?
Un hombre simple y rudo, venido de un ilustre y famoso linaje, estaba discutiendo con un gran sabio, descendiente de una familia no ilustre. El rudo ignorante se jactaba de sus insignes ancestros: “Yo desciendo de gente importante. Tus ancestros no son nada comparados a los míos”, arrogantemente se vanagloriaba. El sabio replicó: “Es verdad, tienes razón. Tú vienes de un largo linaje de grandes personalidades. Pero infelizmente, ese linaje termina en ti. Entretanto, en mi caso, ¡el árbol de mi familia comienza conmigo!”.
El rabino Moshé Jaifetz, autor del libro Melejet Majshevet, explica que esa es la idea transmitida en el versículo de arriba. Cada uno de nosotros debe ser el “cabeza” del linaje de su familia. Debemos ser personas elevadas por iniciativa propia, sin depender de la ´estatura´ de nuestros ancestros para tener algún status o autoestima.
El linaje puede ser comparado a una zanahoria: normalmente la parte buena está debajo de la tierra. En verdad, el linaje es como el número cero. Si hicimos alguna cosa nosotros mismos, colocaremos el número ´uno´ antes del ´cero´. Si somos un ´cero´, entonces todo lo que tendremos serán dos ´ceros´.
Nuestra lección: ¡Debemos vivir nuestras vidas de manera que nuestros descendientes tengan orgullo de considerarnos sus antepasados!
Pensamiento de la Semana
La educación es cara,
¡Pero la ignorancia cuesta aún más!